Reseña | El trato más dulce - Amanda Laneley
Soñadores de mi corazón, buenas noches, espero se encuentren super duper, yo como siempre aparezco y desaparezco, soy como una estrella fugaz (jajaja), mi justificación es que la universidad me tiene loca, pero hay que darle duro porque "el que persevera alcanza" como dice una persona a quien amo mucho.
El día de hoy les traigo una nueva reseña, "El trato más dulce" de Amanda Laneley, a esta novela le tenía ganitas desde hace un buen tiempo, los que me siguen en Twitter quizás presenciaron mi agonizante espera de la publicación, y cuando llegó el gran día yo estaba hasta arriba de certámenes y cosas que hacer, así que se imaginan lo feliz que estaba (jajaja), pero en cuanto me desocupé me lancé de cabeza a leerlo y aquí está la reseña, vamos a ver...
Soñadores de mi corazón, buenas noches, espero se encuentren super duper, yo como siempre aparezco y desaparezco, soy como una estrella fugaz (jajaja), mi justificación es que la universidad me tiene loca, pero hay que darle duro porque "el que persevera alcanza" como dice una persona a quien amo mucho.
El día de hoy les traigo una nueva reseña, "El trato más dulce" de Amanda Laneley, a esta novela le tenía ganitas desde hace un buen tiempo, los que me siguen en Twitter quizás presenciaron mi agonizante espera de la publicación, y cuando llegó el gran día yo estaba hasta arriba de certámenes y cosas que hacer, así que se imaginan lo feliz que estaba (jajaja), pero en cuanto me desocupé me lancé de cabeza a leerlo y aquí está la reseña, vamos a ver...
SinopsisLucy está a punto de hacer un trato que cambiará su vida…
Desde niña, a Lucy la ha acomplejado su apariencia. Aunque es una brillante asesora de negocios, se siente invisible para los hombres. Después de vivir una humillante situación, decide que las cosas no pueden seguir así. Necesita un cambio y lo necesita ya.
La solución viene de la mano de Max, un atractivo personal trainer que sueña con tener su propio negocio. Max es esforzado y perseverante, pero no demasiado hábil como emprendedor.
El trato es simple: Lucy asesorará a Max con su empresa y, a cambio, él le ayudará a mejorar su aspecto y a conseguir el amor del hombre de sus sueños.
¿Qué podría arruinar un arreglo en apariencia tan ventajoso? Nada… excepto el amor.
¿Podrá Max emparejar a Lucy con otro cuando descubra que la quiere para sí?
Lucia, Lucy para sus amigos es una joven de 29 años, que tiene su autoestima y seguridad de tapete desde que sufrió una gran desilusión amorosa hace cuatro años atrás. Desde pequeña Lucy sabe que no es una chica guapa por la que los hombres se agarrarían a golpes, pero desde la ruptura siente que todo ha empeorado, su cuerpo en especial, los 12 kilos de más que sus curvas tienen no la hacen sentir para nada segura y es por esto que decide entrar a un gimnasio, porque antes muerta que hacer dieta, es ahí donde conoce a su angelito Gabriel y a Max.
Max es un morenazo de 30 años que le gusta la vida sana, ya podrán imaginarse porqué es personal trainer, pero no piensen que Max es un musculín que solo vive para sus pectorales y bíceps, no, él quiere cumplir sus sueños, por eso sus tiempos libres los dedica a intentar elevar un pequeño negocio que lamentablemente le ha traído más de un problema, no solo económicamente si no también con Mónica, su novia, una enfermera, demasiado bonita y demasiado celosa. Cuando Lucy aparece en el gimnasio y se entera que ella es un "Steve Jobs" hecho mujer, no duda en proponerle un trato, él la ayuda a bajar de peso y llevar un vida más saludable a cambio que ella lo asesore en su negocio, que todos, incluso su novia han destinado al fracaso.(Así es como me imagino a Max, es que esa sonrisa me convenció, lo digo enserio, en lo primero que me fijo de un hombre es en su sonrisa).
La historia se desarrolla en mi amado país Chile y para ser más exactos en la ciudad de Santiago, nuestra capital.
Me encantó la forma en la que Amanda describió cada uno de los lugares que visitó Lucy, lugares que por cierto yo no conozco, pero son una parada fija en mi próximo viaje a Santiago y X Región, como por ejemplo el Parque Araucano, sueño con sentarme en una de esas bancas e imaginar y fantasear que Lucy y Max estuvieron es esos mismos bancos, contemplando las mismas flores y respirando el mismo aire fresco y primaveral que yo.
Esta novela y mi queridisima Lucy me ayudaron a entender que tengo que aceptarme como soy, que la primera que tiene que aceptarse, amarse y valorarse soy yo, que no hay que temer al rechazo de los demás, ya que siempre alguien me criticará, que no debo compararme con el resto, porque cada uno brilla con luz propia y todos tenemos nuestros complejos.
Realmente es una historia que vale la pena leer, se lee muy rápido, es romántica, dulce y motivadora, con un final inesperado que me dejó con una sonrisa enorme en el rostro.
La recomiendo, es ideal para leer en una tarde tranquila y fresca de invierno (en mi caso) o cálida y soleada de verano, como en el de algunos de mis soñadores que se encuentran disfrutando del sol en el otro hemisferio.
La recomiendo, es ideal para leer en una tarde tranquila y fresca de invierno (en mi caso) o cálida y soleada de verano, como en el de algunos de mis soñadores que se encuentran disfrutando del sol en el otro hemisferio.
En este párrafo abriré parte de mi vida con ustedes, para que comprendan lo conectada que me sentí con Lucy, no forma parte de la reseña en sí, así que si no les apetece leerlo, lo pueden omitir.
Hace casi un año atrás, mi estado físico no era el más adecuado, de hecho ni siquiera lo puedo denominar así, era pésimo la verdad, desde pequeña siempre he tenido sobrepeso, algo que ha hecho que mi autoestima nunca despegara. Cuando entré a la universidad hace cuatro años atrás, me encontraba en un estado físico "mejor" pero nunca en el que debía estar, ya que me encontraba 18 kilos sobre mi peso ideal, pero aún así me sentía bien y hasta mi familia me veía más delgada, pero con el estrés de la universidad y los horarios hechos un desastre, recuperé los kilos que perdí antes de entrar a la u y además subí otros cuantos más. El año pasado realmente no me sentía nada bien, los exámenes médicos no eran alentadores y mi estado físico menos, ya que ante todo pronóstico yo había pasado a las 3 cifras de la bascula y pesaba 104 kilogramos (no sé en realidad la imagen que se harán de mí en ese entonces, pero no era muy buena, a pesar de que la grasa en mi cuerpo se acumulaba en zonas que no me hacían ver como una "obesa mórbida", como fui denominada en ese entonces por mis médicos). Luego de meditarlo decidí que no podía seguir así, necesitaba cambiar más que por mi apariencia, si no porque mi salud estaba en grave riesgo, por eso decidí congelar un semestre en la u y partir rumbo al sur de Chile a casa de mis padres, donde me inscribí en un gimnasio y además de asesorarme por muy buenos doctores, al principio fue duro, no se los voy a negar, pero cuando comencé a bajar de peso y la ropa me quedaba ancha, me sentía feliz, cada vez los exámenes médicos mejoraban y sin duda quería seguir bajando de peso, aunque la respuesta de mi doctora no fue nada alentadora cuando me dijo que tenía que operarme, que no iba a bajar más de 13 kilos, que nadie podía, realmente después de eso el bajón que tuve ni se los cuento, porque me negaba a someterme a una operación, yo sabía que podía, que el camino iba a ser duro, pero lo iba a lograr. Así fue como pasaron los meses y me encuentro hoy en día, contra todo pronostico pesando 37 kilogramos menos que hace un año, hoy peso 67 kilogramos y la verdad me siento muy bien, pero a pesar de eso quiero seguir tonificando mi cuerpo y aumentando mi masa muscular, mi doctora me vio la última vez cuando pesaba 78 kilogramos y estaba realmente muy contenta, porque era la chica que lo había logrado, que le había demostrado que con perseverancia si se podía, pero no se qué dirá ahora cuando me vea, creo que se va a desmayar esa pobre mujer (jajaja).
Hoy en día llevo una vida activa y saludable (no como pura lechuga y agua si es lo que piensan), me alimento muy bien y además voy al gimnasio 5 o 6 veces a la semana (cuando le toman el gustito, no paran eh), además que yo al igual que Lucy también tengo mi morenazo, de buen trasero, buenas piernas y buenos brazos debo admitir, pero esa historia quedará para otra oportunidad.
A pesar de haber bajado muchos kilogramos, mi autoestima sigue sin despegar y cuando leí esta novela, me di cuenta que tengo las misma "trancas" que tenía Lucy, se que todo lleva su tiempo, no quiero decir que al terminar de leer el libro me "curé" y ahora soy una femme fatale, solo digo que ahora sé que la primera persona que debe aceptarme soy yo.
A pesar de haber bajado muchos kilogramos, mi autoestima sigue sin despegar y cuando leí esta novela, me di cuenta que tengo las misma "trancas" que tenía Lucy, se que todo lleva su tiempo, no quiero decir que al terminar de leer el libro me "curé" y ahora soy una femme fatale, solo digo que ahora sé que la primera persona que debe aceptarme soy yo.
Espero les haya gustado la reseña, como ya vieron a mí me gustó mucho la novela, es muy cortita y se lee en un ratito, no te das ni cuenta cuando la estas terminando, eso sí, para mi gusto le faltó drama, porque ustedes saben que a mi me gusta llorar y toda la cosa, la cebolla picada bien finita como dice mi ñatito picarón, peeeeero eso no quiere decir que no la haya disfrutado y que no la recomiende, claro que no, porque es una historia que deja un mensaje muy motivador :)
Mensaje especial: Querida Amanda, te agradezco desde el alma que me hayas dado la posibilidad de leer tu novela, realmente disfruté cada parte de ella, me empapé de lo bello y desconocido de mi país y la maravillosa forma en que lo describiste, sinceramente fue un agrado leerla, te felicito.
Un abrazo muy grande a la distancia, espero no desaparecer nuevamente, los llevo en mi corazón soñadores, ustedes me inspiran a escribir...
"Cuando te dicen : NO LO CONSEGUIRÁS, te están dando
la razón MAS PODEROSA para hacerlo"
